lunes, 24 de mayo de 2010

MITOS

Arturo
CRONOS, REA, ZEUS Y ATLANTE
MITO 1
Cronos quien pertenece a la primera generación de dioses, fue el único hijo de Gea (la Tierra) que ayudó a su madre para
que se vengara de Urano, su padre. Cronos armado de una hoz castró a su padre. Luego se hizo con el mando de la
Tierra y volvió a encerrar a los Cíclopes y a los Hecatónquiros (los de cien manos) en el Tártaro, ahí mismo donde Urano,
su padre los tenía sepultados. Enseguida se casó con su hermana Rea, pero no quería que viviera ninguno de sus hijos.
Sus padres le habían predicho que uno de sus vástagos lo destronaría. En cuanto sus hijos venían al mundo Cronos los
devoraba. Había devorado ya a Hestia, Demeter, Hera, Plutón (Hades) y Poseidón. En vista de eso la diosa Rea, nada
más quedó embarazada de Zeus, se marchó a Creta donde dio a luz en secreto; confió el recién nacido a la Oceánida
Metis y engaño a su marido entregándole una piedra envuelta en pañales, que devoró al instante creyendo que era su hijo
recién nacido. De este modo se salvó Zeus.
MITO 2
Apenas creció Zeus obligó a Cronos a vomitar a los hijos que había engullido, dándole una pócima. Una vez libres sus
hermanos, Zeus liberó a los Hecatónquiros y a los Cíclopes, y todos juntos declararon la guerra a Cronos, su padre que
tenía como aliados a sus hermanos los Titanes. En esta terrible guerra, llamada Titanomaquia, tomaron parte todos los
dioses, los antiguos y los nuevos. Durante esta famosa contienda, los Titanes habían acampado en la montaña Otres,
mientras que Zeus y sus aliados estaban en el Olimpo.
Los Cíclopes dieron a Zeus sus armas: el trueno, el relámpago y el rayo, a Poseidón el tridente y a Hades, el casco que lo
hacía invisible. Los tres Hecatónquiros con sus trescientas manos arrojaron enormes rocas contra los Titanes. La victoria
para los Olímpicos no tardó en llegar. De este modo, Zeus se convirtió en el joven heredero de la primigenia generación de
dioses. Es el más sabio, posee cualidades superiores y representa a las fuerzas naturales. No obstante, de la generación
de los titanes, no todos estuvieron de parte de Cronos, como por ejemplo océano, mientras que Prometeo, hijo del Titán
Jápeto, según se dice, entregó importante apoyo a Zeus. Al final de la Titanomaquia, Cronos y sus hermanos fueron
encadenados y arrojados en el Tártaro y a los Hecatónquiros se les dio el encargo de vigilarlos.
MITO 3
Las consecuencias del nuevo orden de cosas que empezó a reinar fueron dolorosas para algunos. Atlante, hijo del titán
Jápeto, fue duramente castigado por haber participado en la lucha, de parte de los Titanes, en contra de Zeus. Fue
enviado a los confines de la tierra, hacia el Poniente, en las fronteras de la Noche (Nicte) y del Caos, en donde las
Hespérides guardaban las manzanas de oro. En este lugar, fue condenado a llevar eternamente sobre sus hombros la
bóveda del cielo, mientras apoyaba sus pies en la tierra (en la antigüedad se creía que la tierra era el centro del universo y
sobre ella estaba la bóveda celeste).


Pablo
ORIÓN
MITO 1
Orión era hijo de Poseidón. Era un apuesto gigante y un poderoso cazador. Su padre le había otrogado el poder de
atravesar nadando las profundidades del mar o, según otros, de caminar sobre su superficie.
Orión amaba a Merope, la hija de Enopión, rey de Chíos, y ansiaba casarse con ella. Limpió la isla de animales salvajes y
regaló su caza a su amada, pero Enopión constantemente negaba su consentimiento, así que Orión intentó hacerse con la
muchacha por la fuerza. El padre de Merope, encolerizado por esta conducta, emborrachó a Orión, le privo de la vista y le
arrojó a la orilla del mar. El héroe, ciego, siguió el sonido de los martillos del cíclope hasta que lleó a Lemnos y entró en la
fragua de Vulcano; éste se apiadó de él y le dio a Kedalión, uno de sus hombres, para que lo guiara hasta la mansión del
Sol. Llevándole Kedalión sobre sus hombros, Orión se dirigió al Este y allí encontró al dios Sol, que le devolvió la vista con
sus rayos.
Después de esto vivió como cazador con Artemisa, convirtiéndose en uno de sus favoritos. Una vez estuvieron a punto de
casarse. El hermano de Artemisa estaba muy descontento y a menudo la regañaba, pero sin resultados. Un día,
observando cómo Orión vadeaba el mar sobresaliendo tan sólo su cabeza del agua, Apolo se lo señaló a su hermana y
afirmó que ella no era capaz de acertarle a esa cosa negra que flotaba en el agua. La diosa arquera lanzó un dardo con
terrible puntería. Las olas llevaron el cadáver de Orión hasta la orilla y, dándose cuenta de su fatal error, Artemisa lo
colocó entre las estrellas, donde aparece como un gigante con un cinturón, una espada, un mazo y vestido con la piel de
un león; Sirio, su perro, va siguiéndole y la Pléyades vuelan delante de él.
Las Pléyades eran ninfas de Artemisa, hijas de Atlas. Un día Orión las vio, se enamoró y las persiguió. Ellas rogaron a los
dioses que las transformaran. Zeus las transformó en palomas y las colocó entre las Pléyades del cielo. Aunque las
Pléyades eran siete, sólo se ven seis estrellas; se dice que esto sucede porque una de ellas, Electra, abandonó su lugar
para no contemplar la destrucción de Troya, la ciudad que fundó su hijo Dárdano. La visión tuvo tal efecto entre sus
hermanas que palidecieron para siempre.

1 comentario:

  1. No es larguito ni na. Ah! Y Arturo envez de poner mito 1, mito 2... Pon apartado 1 ó A , apartado 2 ó B... Pero bien Hermanito PEQUEÑO!!!! xD

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